lunes, 11 de febrero de 2008

Soliloquio del camaleón

Ya no sé quién soy.
¿O lo sé pero no quiero saberlo?
De vez en cuando me muerdo las uñas.
Cuando nadie me ve, me escondo bajo mi piel.
El té no mata, sólo diluye la angustia.
¿Por qué te empeñas en buscar la belleza?
La tijera no corta la lluvia.
Los jazmines apestan.
Dentro de ese árbol hay un nido de culebras.
¿A qué viene esa tonta felicidad?

1 comentario:

sonia dijo...

actúo como un niño pequeño, se que lo hago realmente mal pero a veces necesito esconderme para no encontrarme conmigo misma. A veces necesito fumar aire para poder sobrevivir en este mundo enloquecido, a veces... a veces necesito la capacidad de sonreír para vivir, a veces soy irreal y otras veces le planto cara a los días. He tenido tiempos de todo, supongo que como todo ser viviente en esta tierra, y aún los sigo teniendo no nos engañemos, es duro, pero si algo he sacado de provecho es saber como enfrentar las situaciones, y lo más importante que mi yo interior siga creciendo a cada segundo aprendiendo de mi vida y de todas esas que me rodean.